domingo, 8 de noviembre de 2009

Lo que da de sí una "fragoneta"...

Prometí contaros mis aventuras ratoniles por Marruecos. Cuando llegué no tenía piso y dediqué los primeros días a recorrer calles y agencias en busca de un lugar donde meterme en los próximos meses. Después de mucho buscar y de movilizar a otros españoles que nos ayudaron en la búsqueda... encontré piso justo al lado de donde estaba viviendo (en casa de un compañero que amablemente me acogió los primeros días). Un piso estupendo, amplio, luminoso, relativamente nuevo para lo que estábamos viendo. Genial. Sólo que... ¡estaba vacío!
Aquí es difícil encontrar pisos amueblados y los que se encuentran tienen dos características: una, están amueblados al estilo marroquí (o sea, unas telas, rasos y terciopelos coloridos-y-suntuosos-que-lo-flipas) y dos, son megacaros (o sea, precio-especial-amigo-extranjero). Así que la mayoría de los expatriados se cogen pisos vacíos y los amueblan o heredan pisos previamente amueblados por otros expatriados y les pagan el traspaso de los muebles.
Yo opté por la primera solución (bueno, he de confesar que fue amor a primera vista, cuando lo ví pensé... ¡este piso tiene que ser mío!, y me dio igual que tuviera muebles, ya nos habían dicho dónde comprarlos por poco dinero).
Así que luego hubo que hacer excursión para comprar muebles. Aquí no existe ese maravilloso ingenio sueco conocido como Ikea, a lo más hay una tienda de muebles llamada Kitea pero en lo único que se parece es en el nombre porque no tiene nada que ver ni en tamaño, ni en variedad de productos, ni en precio. Nos contaron que había un mercadillo con fabricantes de muebles en el barrio de Akkari donde se podían comprar tarbas (es algo así como un pallet gigante con un colchón encima que sirve de cama, de sofá o de lo que lo quieras utilizar: por ejemplo los "salons marocains" suelen tener un mínimo de tres en forma de U) y otros muebles. Así que allí nos fuimos. Contactamos con una minifurgoneta (bueno, más bien con su conductor) tan mini tan mini tan mini que sólo había plaza para el conductor y para un acompañante de tipín fino y buena figura. La parte de atrás estaba descubierta y cerrada en los laterales con unas tablas; ahí es donde irían los muebles. Bueno, pues en ese asiento del conductor nos metimos mi compañera de piso y yo una mañana de domingo emulando las figuras del tetris y muriéndonos de la risa cada vez que pasábamos por un puesto de policía.
En el mercado compramos muebles para las dos habitaciones y para el salón, en total dos camas grandes con sus colchones, 3 tarbas con sus colchones y una mesa de comedor con 6 sillas. Cargamos todo en la furgonetilla y nos volvimos con la certeza de que nos íbamos a quedar tiradas por el camino, ¡la pobre furgoneta casi no avanzaba de tanto peso que llevaba! Pero llegamos sin problemas y ya tenemos la casa un poco amueblada.
Aquí os dejo una foto de la "fragoneta". Os puedo asegurar que fue una experiencia memorable...


P.D.: ¡Dejad comentarios, que veo que tengo visitas de muchos sitios pero no me dejáis comentarios! Please... :-)

6 comentarios:

carmncitta dijo...

uauuuuu qué experiencia, ya nos irás contando nooo? la verdad es que tiene que estar guay!!!!

Y luego como hicisteis para bajar tanto mueble? ufffffff

muaaaaaaaaaaks

Edel dijo...

Carmncitta, lo peor no era bajarlos de ahí sino subirlos al piso!! Pero se ocupó el de la furgoneta, el pobre se dio un paliza...

Chasky dijo...

Si seguro que vosotras andando íbais más rápido que la furgoneta.

Anónimo dijo...

mola, y cuánto costaron todos esos muebles? me corroe la curiosidad

S. dijo...

jajjajaja vaya tela con la fregoneta jajajaja
Lo que me parece a mi mu feo y me meto en un tema político,es que su rey viva tan bien,y el pueblo tan mal.
Un besito edel,cuidadito

GUIZMO dijo...

Sólo os faltaba una jaula con canario dentro de la fragoneta.
"Tarbas" ¿eh? Ahora veo de donde han sacado los 'hippies-perroflautas' esa manía suya de dormir a centímetros del suelo..

PD- Marruecos es una visita pendiente, en cuanto ponga al día mi documentación, claro.