viernes, 13 de noviembre de 2009

Convivir

Dicen que convivir es un arte, que requiere diplomacia, tacto y hasta un poquito de astucia para no dejarse manejar. Convivir es respetar al otro, saber perder y saber ganar manteniendo siempre las formas... Qué simple y qué complicado a la vez.
Soy partidaria de comprar la comida por separado, en común los productos básicos (aceite, vinagre, leche, azúcar, etc.) pero para el resto de alimentos, si los gustos son distintos, prefiero comprar yo mi comida y que las demás personas se compren la suya. Así se evitan los "pfff, ¿eso vas a comprar? Mejor esto otro" o pagar a medias comida que ni me gusta ni voy a probar. Ni yo tengo que pagar caprichos de otro ni otro tiene que pagar los míos. Máxime si luego no me voy a coger o no les voy a ver el pelo.
Comprando la comida por separado, entiendo que lo lógico es que cada uno coja de lo suyo salvo que excepcionalmente se quede sin comida o le apetezca algo especial que ha comprado la otra persona. Pero mejor comentarlo ¿no? Algo así como... "oye, te he cogido esto, no sé si te importa" o "qué bueno estaba esto, te he cogido un poco". Es una forma de reconocer al otro y de respetar su espacio.
Con mis anteriores compañeras de piso esto quedó absolutamente claro desde el principio de la convivencia y no porque yo lo impusiera. Al contrario, era la primera vez que compartía piso e iba convencida de cocinar por turnos y comer a medias. Pero las dos prefirieron ir por libre, cada una se cogió sus armarios y sus baldas en el frigorífico y ni siquiera nos tocamos la comida en todo el tiempo que estuvimos juntas.
Ahora la situación es distinta. Supongo que mi compañera estaba acostumbrada a compartir comida pero tenemos gustos tan distintos que esto iba a suponer un trastorno (para empezar, llevo un mes y medio sin probar el pescado: ¡dieta fresca y variada!). Por eso le comenté que prefería comprar por separado y no le sentó inicialmente muy bien... Ahora compramos así pero de vez en cuando noto invadido mi espacio. Piezas de fruta, queso, etc. Ya digo que no me importa compartir pero con la premisa de "coge como si fuera tuyo pero no olvides que es mío". Si no tienes, si necesitas, si te apetecía... y comentándolo.
Lo que no tolero es que me tiren la comida. Hoy al ir a cenar he visto fruta mía en la basura. Y me ha sentado como un tiro. Si está muy madura o está partida y se ha puesto fea, dímelo y seré yo quien la tire o quien decida si la considero o no en mal estado. Pero que me la tiren no lo tolero. Es mía y soy yo quien decide. Detesto tirar comida, máxime cuando hay gente pasándolas canutas y enfermando por escasez de alimentos. Tanto en España como aquí hay gente revolviendo en la basura pero tampoco es cuestión de que se coman "mi basura", para eso voy y compro un kilo de fruta y se la doy en la mano y mirándolos a los ojos, no les tiro un puñado de basura para que la rebañen.
Vale, que puede ser un despiste, seguro que sí. Pero hay que ver, nunca se equivoca pensando que algo de lo suyo es mío. ¡Los seres humanos somos despistados pero no tontos, nunca somos nosotros mismos los que salimos perdiendo!
Pues nada, me he mordido la lengua y he hecho una queja delicada y tímidamente, como acabo haciéndolas casi siempre -si tuviera más caracter, más me respetaría la gente...-. Cierto es que a veces me cabreo y me sale la vena brusca pero son las menos y para lo que me sirve...
¿Qué os parece, soy demasiado rara? ¿Vosotros compartís o no compartís? Yo sólo busco mi espacio, que se respete mi comida y mi propia persona...

1 comentario:

Anónimo dijo...

yo creo que lo dejaría claro, y si no lo quieres hablar porque te da cosa pues pones un letrero en donde está tu comida "reservado, no tocar nada sin decirmelo antes, gracias" y listo, así te ahorras el sofocón :P
Yo opino como tú.