No sé si habéis tenido la desdicha de sentirlo alguna vez: cuando una relación se rompe (no me refiero necesariamente a algo sentimental sino a cualquier relación de amistad, colegueo o similar) hay siempre una parte de nosotros que se rompe con ella.
Puede haber discusiones, piques, malentendidos... que tras una breve charla o una copa se olvidan. Y en nuestro fuero interno sabemos desde el comienzo que así será.
Pero hay también situaciones y momentos, en ocasiones bruscos e inesperados, en los que sentimos que algo ha quedado roto. Algo que quizás se construyó demasiado frágil sin que las partes repararan en ello y que tras unos pocos vaivenes se hace pedazos imposibles de recomponer.
Bueno... pues esa sensación de vacío es lo que nunca voy a aprender...
5 comentarios:
Yo he pasado por relaciones rotas tanto sentimentales como de amistad y no te acostumbras nunca.
La sensación es como la de la foto que has puesto, un vacío por dentro que cuesta llenar.
¿Porque? quizás por todo el tiempo que hemos dedicado a esa relación, las expectativas, el hecho de que esa persona ya no esté cerca... no lo se, pero es una sensación que nos seguirá ocurriendo cuando perdamos a alguien (y yo creo que lo malo sería dejar de sentirla?
Un besote
El año pasado fue duro para mi.La sensación de una ruptura es agotadora.Pero y qué decir de aquellos amigos,que a pesar de no haber ocurrido nada,ni te llaman ni quieren saber de ti?
Eso es otra clase de vacio.
Un beso:)
y cuando creías que lo que construiste, por ejemplo en una relación de amistad, era sólido y fuerte, se desmorona????? es triste, eh? y se pasa mal, la verdad.
ánimo, un abrazo, el tiempo lo cura todo.
Qué razón tenéis, supongo que la vida es aprender a convivir con esos vacíos inesperados... gracias :-)
Alguien dijo alguna vez eso de "algo se muere en el alma cuando un amigo se va". Puede que sea cierto y todo.
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