Era cierto eso de que lo que se vuelve a unir después de roto queda pegado con un moco. Lo que confirma mi teoría de que hay cosas que más vale no intentar porque nunca pueden salir bien. ¿Por qué, sin embargo, siempre acabo intentado desmontar la teoría? Nunca, jamás y por más que insistan, merece la pena intentarlo...
sábado, 20 de junio de 2009
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6 comentarios:
ya lo dicen...las segundas partes nunca fueron buenas
Nunca había oído lo del moco...
Espero que no se te haya roto nada por dentro. Aysss, a las criaturas peluditas y adorables como tú no debería ser legal romperles nada.
Un abrazo con súper glue,
El Guardián
Nunca digas nunca...
Aunque este de acuerdo contigo en el resto.
Un besote
jajjajaja mi ratoncita lo del moco ha tenido todo el arte jajajaja
Tú no deberías sufrir ni un segundo eres demasiado encantadora.
"Nunca" puede convertirse en otro rollo,te lo digo por experiencia,anda que no he dicho yo veces Nunca nunca nunca Mais!
Un besazo
supongo porque somos el único animal que tropezamos dos veces en la mism piedra. Yo tb soy de la misma teoría, pero sin embargo en una ocasión no segui las reglas. Si ya lo digo yo siempre, segundas partes nunca fueron buenas....
Saludos :)
Yo también opino que las segundas partes, nada, nada. Yo lo intenté, pero la tercera huí como gato escaldado. Ya ni me planteé intentarlo, cuando algo no va, mejor abandonar y no perder lágrimas ni tiempo, que la vida es muy, muy corta.
Un muñeca pegada, nunha es nueva.
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