viernes, 16 de abril de 2010

La lluvia en Sevilla es una maravilla; la lluvia en Rabat es una bestialidad

Ya siento haber utilizado un título taaaan tonto pero no se me ocurría nada mejor para explicar las trombas de agua que inundan con demasiada frecuencia las calles de esta ciudad.
A quien crea que Marruecos es un país seco, de clima semidesértico, le bastan unos pocos minutos sobrevolando el país para acostumbrar a su retina a un damero de tonos verdes e invernaderos. A quien crea que en Marruecos no llueve, le basta vivir una semana en Rabat para empaparse zapatos, calcetines y hasta media pierna los pantalones cruzando una calle cualquiera en un día cualquiera.
Ahora que habían aparecido el buen tiempo, el sol, las mangas de camisa y los primeros planes de playa, ahora que habían pasado los meses de noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo en los que de cada cuatro semanas diluviaba durante tres y media -eso sí, por la tarde casi todos los días brillaba el sol-, ahora llegan las tormentas, igual de torrenciales que las anteriores lluvias.
Y lo malo es que Rabat no tiene alcantarillas. O si las tiene -que alguna hay- son muy pocas y a menudo atascadas con arena o basura de lluvias anteriores. Y esto hace que las calles se conviertan en piscinas, que en la acera de mi calle sólo haya un punto por el que saltar sin hacer un intento de spagat y sin que el paso se me quede demasiado corto y el salpicón me deje la ropa con más lunares pardos que un vestido de faralaes.
Esta tarde casi (pero no, jejeje) me pilla una de esas trombas en medio de la calle. Por suerte me he podido refugiar en un soportal. Como me aburría he grabado un vídeo de coches levantando olas y marroquíes corriendo bajo la lluvia. No se ve demasiado bien pero mi móvil no da para más...

4 comentarios:

en las nubes dijo...

maaaaaaaaaaaaaaaadre mia!!!

Anónimo dijo...

oye pues allí se forrarán los vendedores de catiuscas, no? :)

Edel dijo...

Qué va, aquí sólo llevan zapatos de plástico (caros y horrendos por igual)o babuchas de la medina. ¡Ah! Y los zapatos de vestir de caballero, que tienen punta kilométrica y estampados de piel de serpiente!

S. dijo...

jopeeeeeeeeee