jueves, 30 de julio de 2009

El chico (no) conocido del bus

A todos nos pasa de vez en cuando.
Vemos alguna cara que ¡uyyy...! no tenemos ni remota idea de cómo, cuándo ni por qué pero cononocemos.
Pues eso me ha pasado a mí hoy.
He cogido el autobús hacia las 19.20. En la parada había esperando un chico más joven que yo, algo pálido, con expresión seria e incluso triste -pero no porque esté así en ese momento sino porque la expresión que yo recuerdo de él es así...-.
Lo conozco de algo y no consigo recordar de qué; y el caso es que a él le debe de pasar lo mismo. Lo miro, me mira, desviamos la mirada. Me mira, lo miro, miro a la calle desde la ventanilla. Lo miro de reojo y me mira de reojo. Y así todo el rato, jaja. Y yo haciendo un repaso mental de los últimos años a ver de qué narices puedo conocerlo, pero nada. Y creo que él estaba en las mismas.
Quizás si fuera más extrovertida me habría lanzado a preguntarle algo así como "¿Nos conocemos de algo? porque tu cara me suena..." pero habría parecido un truco barato de ligoteo y tampoco era cuestión, jajaja, aunque al menos habría salido de la incógnita.
En fin, chico misterioso del autobús: que sepas que te conozco... hum... pero como si no, jaja, porque no sé de qué ni cómo, cuándo ni por qué.
Nota: ¿vosotros qué habríais hecho? ¿os habríais lanzado a preguntar?

lunes, 13 de julio de 2009

Lista de cosillas chorras en mis días de vagancia


En estos casi 15 días no puedo afirmar haber hecho algo demasiado productivo. Descansar, que no es poco, intentando sin éxito que se me borraran las ojeras. Pero mientras algunos de mis amigos recorrían el planeta o enlazaban tres o cuatro fiestas de pachangas veraniegas, yo simplemente...

... he dormido sin mirar al reloj al despertarme, o mirándolo para volver a cerrar los ojos y dormitar una hora más;
... he visto alguna que otra peli de esas que se acumulaban en mi lista de pelis que no pude ir a ver al cine y que no quería dejar sin ver;
... he escuchado música hasta casi desgastar algunas canciones que ya están incorporadas a la banda sonora de mi vida;
... he leído un librito de autoayuda que me regalaron en horas bajas y que me ha hecho ver lo estupenda que soy ;-P (bueno, hablando en serio, el libro es el quinto de esta lista y la verdad es que sí ha sido reconfortante leerlo);
... he descubierto que tengo una salud fuertota y no me tumba en la cama ná de ná;
... he vuelto a la piscina después de largo tiempo sin ir, para darme cuenta de 1) o se me ha olvidado nadar o nunca llegué a saber del todo, así que, bonita, ya te estás apuntando a un curso de natación, y 2) fuera complejos, ni tienes tanta tripilla ni padeces más que otras el mal del tordo -la cara flaca y el culo gordo-, así que en estos últimos días ha aumentado considerablemente mi menguada colección de bikinis;
... he vuelto a descubrir el valor de la Amistad con mayúscula;
... he llorado de tristeza y de emoción y en ambas ocasiones he tenido un hombro en el que llorar, unas palabras de consuelo y una mirada de ternura y de cariño;
... he vuelto a compartir unas cervezas con mis amigos para descubrir que pese a que nuestros encuentros son cada vez más espaciados, nada ha cambiado entre nosotros;
... he hecho un cursillo acelerado de introducción al japonés;
... me he hecho un poco -poco- más madura (decir eso a mis casi treinta años tiene tela...);
... he decidido que ya va siendo hora de hacer algún viaje sola y sin programa. Otra cosa es que finalmente me lance.

Y finalmente...
... he decidido que, salvo catástrofe natural, cordura sobrevenida o destino insufrible, voy a pasar el próximo año fuera. Dicho está.

(Aunque quizás en un par de días, semanas o meses me retracte).

domingo, 12 de julio de 2009

Vagancia




Llevo días y días pensando en poner una nueva entrada. Pero estoy vaga, vaga, vaga, vagaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Esto de no hacer nada es como un agujero negro, absorve toda la materia, digooo todo el tiempo. Bueno, cosillas chorras sí que he hecho, mañana o pasado pongo la lista.