No me gustaba el título del blog (ni media docena de entradas y ya vamos cambiando cosas...) así que lo he cambiado. Esa soy yo: repienso las cosas un buen puñado de veces y casi siempre acabo retocando algo. ¿Perfeccionismo o indecisión? Supongo que un poquito de ambas y no creo que sea malo siempre que sea eso, sólo un poquito. En su justa medida y no más.
Volviendo a lo del título, hoy me ha venido a la cabeza esa expresión: "ratón con alforjas". Así me llamó mi padre una vez, hace ya unos cuantos años, cuando, según él, intentaba acumular más trabajo del que podría sacar adelante. Me hizo gracia la frase aunque me desconcertó un poco que me considerara tan debilucha... ¿Y si tenía razón...? Quizás en parte la tenía, hay veces que parezco un pobre ratoncito asustado. Pero aquella vez conseguí llevar mis "alforjas" sin perder nada y sin tan siquiera arrastraslas y así espero hacerlo de aquí en adelante. No es tan malo ser un pequeño ratón...
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