Hoy me despertado un poquitín canalla. Con ganas de gresca, follón, tumulto... con un puntito peleón. Tanto, que nada más poner pie a tierra he salido disparada por la puerta, decidida a aprovechar desde bien temprano esta mañana de sol.
No es algo habitual en mí, que suelo apagar el despertador media docena de veces antes de asomar tímidamente mis pelos revueltos por entre las sábanas. Pero, como digo, hoy me he levantado con ese toque canalla que tanto me divierte y que me hace mirar con cierta sorna toda contrariedad...
Eso sí, soy una canalla de afición, más acostumbrada a dejarse tomar el pelo que a tomarlo, y de mentirijilla por aquello de no ir haciendo daño a los demás...
Sea como fuere, voy a aprovechar este blog para asomar una mirada, mitad ingenua, mitad canalla, en este pequeño pedaño de espacio-tiempo en el que indefectiblemente estoy metida y al que no me queda otro remedio, mal que me pese por su estrechez de fronteras reales -que no imaginarias-, que llamar "mi pequeño mundo".
viernes, 6 de junio de 2008
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